jueves, 25 de octubre de 2007

En fin... (El Peo: Parte 3 de 3)

Pues si, en fin, la corta odisea que he vivido en los últimos días parece haber llegado a su final. Admito, no fue algo que surgió espontáneamente: yo me lo busqué. No abordé de buena forma el hecho de que no todo el mundo estaría contento con lo que escribo, y obviamente, agresividad conlleva a la agresividad. Es física de cuarto año de bachillerato, acción y reacción. Afortunadamente, hablando se entiende la gente, y la persona que últimamente me había estado molestando ya se que no lo hacía por razones personales sino por desacuerdos en el contenido de uno de mis articulo. Aclaro: todo lo que pude haber escrito y que generalizara sobre la colonia española, es simple rabia manifiesta por el hecho de haberme sentido atacado y acosado por alguien de dicha nacionalidad o ascendencia (gracias por hacerme notar que estaba equivocado diciendo descendencia). Tengo amistades españolas, y no puedo sino decir que son personas excepcionales, al igual que tengo amigos negros que también son excepcionales. Es como todo en la vida, siempre habrá la excepción, y no por el tipejo de 21 años que pateó en la cara a la ecuatoriana, yo podría juzgar a todos los españoles de racistas. Sería como decir que todos los venezolanos somos tierrudos o marginales. O que todos los negros son malandros (aunque a veces provoca pensarlo). Una gran falacia.

También aprovecho aquí para aclarar que nunca quise restar importancia ni relevancia a la muerte del jugador del Sevilla. Lo único que pretendía exponer allí es el tratamiento que muchas veces los medios de comunicación venezolanos dan a las noticias, a veces jerarquizando más lo proveniente de otras latitudes que lo que ocurre localmente. Quizá lo que me sacó de mis casillas fue que me dijeran “negro de mierda caraqueño”, y no por el hecho per sé de que me dijeran negro, sino por la carga discriminatoria y ofensiva de la cuestión. Pudo haberse llevado un buen debate sin caer en la jugarreta estúpida de “perseguirme la cola”.

Mis disculpas a esta persona por haber dado pie a una situación bastante estúpida y que pudo haberse llevado desde el principio por mejor carril. Seguro estoy que si eres lo que dices ser, y bienvenido a debatir a mi humilde blog cuando quieras. Retiro todas las ofensas proferidas, no es mi estilo y no me luce querer ser un coño de madre.

Respecto a Dross, es claro que mi tendencia a proferir insultos y descalificaciones se asemeja mucho a la de el, pero nunca he pretendido imitarlo. No puedo ser tan visceral y tan lleno de odio como él, no me nace, y si lo tratara de hacer, creo que terminaría cagando en mi propio plato: por ejemplo, nunca podría colocar una conversación con mi pareja o con un amigo. Ya eso rompe los límites del cyber espacio hacia lo meramente personal.

No borraré los artículos ni los comentarios referidos a esto. Los dejaré como legado de una experiencia producto de la soberbia y la falta de entendimiento con aquellos que nos quieren hacer oposición. Tal vez el mismísimo Chávez debería leer todo este asunto de cabo a rabo, para que aprenda que con respeto, tolerancia y con dialogo, se llega muy lejos en la vida.

De aquí en adelante, y siempre conservando el estilo, seguiré hablando mucha paja. Eso si el MU, mi nueva obsesión, me deja :)

2 comentarios:

Raùl Junquera dijo...

Bien bien, me alegro que sea asì.

MusamaLin =) dijo...

Realmente me encanta como escribes!... He leído todos los artículos y me parecen súper buenos, mis felicitaciones! continua asi Juan =)
Que estes muy bien...
Pasaré luego a leer lo nuevo!