lunes, 24 de noviembre de 2008

Ahora si: La verdadera "VICTORIA DE MIERDA"

La vida es un diábolo eterno, gira, gira y no para de girar. No sabes en que punto la escopeta que hoy sostienes contra tu igual, quedará apuntando tu propia cara.

Hace ya casi un año del referendo consultivo que pretendía modificar nuestra Constitución, todo con un fin único: arrebatarle la soberanía al pueblo y entregársela a chacumbele todopoderoso, monarca indiscutible y único venezolano que no desmerece de mas privilegios que el resto de sus iguales ciudadanos. (Ocurre que a este señor se le olvidó que está allí como “empleado” del pueblo, al servicio de éste, creyendo ahora que es el jefe y líder indiscutible, irrevocable, nunca aleatorio, del mismo pueblo que lo contrató)

Para ese entonces, dicho mister mesías, recalcó el carácter pírrico de la derrota sufrida, afirmando además, que esta había sido “una victoria de mierda”, en cadena nacional, en pleno horario vespertino, todo público, cuando miles de venezolanos seguramente degustaban sus almuerzos escuchando el sinfín de gûevonadas que cadena tras cadena este señor relata.

Hoy, y luego de otra jornada de demostración cívica y democrática en la cual el ciudadano ejerce sus derechos políticos, eligiendo a sus gobernantes regionales, los resultados parecieran indicar una “avasallante” victoria del factor pro-gobierno sobre la oposición.

La realidad, simplemente, es otra: ante nosotros se ha dibujado, se ha configurado, se ha edificado lo que significa obtener una VERDADERA VICTORIA DE MIERDA.

Lo dicho corresponde a la una realidad absoluta: Chávez perdió los puntos claves de la organización estatal que nunca esperó desasir.

Distrito Capital, Zulia, Miranda, Carabobo, y las no menos importantes Nueva esparta y Táchira. Pero revierten especial importancia las 4 primeras, por constituirse ellas en los estados que mayor densidad poblacional manifiestan. No podemos calificar la importancia de los resultados por la magnitud del color rojo sobre el mapa (Bolivar, por ejemplo, es un gigante en extensión, pero con una población que si acaso sería una o dos parroquias de Caracas).

Haciendo la analogía, y he allí el detalle de por que esta “victoria” no es mas que un mero avatar decorativo, imaginemos el ser humano y todos los sistemas que lo componen: nervioso, digestivo, central, óseo, linfático… Pues, para la revolución, de nada sirve haberse apoderado (nuevamente) del apéndice, el cóccix, un riñón y los cartílagos de los huesos si la oposición se apoderó del corazón, el hígado, la vena aorta y cerebro. El sartén del mango, pues, ha dado un giro de 180 grados.

17 vs. 6 parece a simple vista una desproporción salvajemente desigual. Pero considere que cada uno de esos 6 estados, cuenta por 4 debido a su importancia estratégica, territorial y poblacional.

Es pues, ésta, la verdadera derrota “pírrica” de la oposición (con sabor a triunfo); la verdadera “victoria de mierda” de Chávez (con todo el sabor amargo de la derrota).

Tiempos difíciles se avecinan; dos golpes seguidos generan el último y más peligroso embate de furia del que está por ser vencido. De nosotros depende que, al mejor estilo de Steven Seagal y los Judokas, derrotemos al enemigo con su misma fuerza.

Por cierto, ¿el chihuahua malcriado irá a sacar los tanquecitos? No lo creo. Sus bolas (si la tiene) no van mas allá de donde llega su verruga.

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