jueves, 23 de abril de 2009

Oda a la Mediocridad

Tengo tanto que decir que tal vez no diga nada y debo agradecérselo a mi condición de venezolana, sin embargo hoy me permito abrir los ojos y darme cuenta de lo que sucede: VENEZUELA: EXALTACIÓN Y SUBSIDIO A LA MEDIOCRIDAD!!!!! ¿cómo puedo no desanimarme??? Me levanto con las más sinceras intenciones (y en tanto acciones) de redimirme con mi identidad nacional, deslastrándome de un pasado cargado de ineptitud, viveza y mediocridad pero resulta que en la noche me acuesto con ese desabor de sentirme una más del montón! Maldita sea mil veces el hecho de partirme el culo todos los días trabajando para surgir, cuando bien puedo hacerme el culo, no trabajar y obtener el mismo resultado. Mis esfuerzos se enfocan en emerger de la normalidad pútrida característica de esta tierra de gracias donde la frase del día es ¿cuánto hay pa’ eso?. Pero luego de vivir tan sólo un día de cotidianidad infernal me pregunto: ¿De qué carajo me sirve estudiar o trabajar, en pro de un bienestar colectivo, si es precisamente el colectivo quien se encarga de arrearme a lo que nos es propio?, inseguridad, violencia, altos costos, marginalidad, y otra vez la perversa Mediocridad. El camino fácil se ha vuelto difícil porque la mayoría de los venezolanos nos empujamos tratando de llegar primeros y poder regocijarnos en nuestra insignificancia mental. La mediocridad en mi país se ha convertido en la institución predominante del imperio de los incompetentes, solo me resta decir: "que orgullo, viva Venezuela!!!!"

1 comentario:

Antonio Ricaurte dijo...

Bienvenido a la realidad venezolana: curda, sexo e irresponsabilidad a montones.

Muchos se empeñan en repetir el discurso del "venezolano bueno", pero la realidad es, cruelmente, que el venezolano tiene impreso en su ADN esa "viveza criolla" que justifica los abusos y la corrupción.

Si quieres surgir, y veo que quieres surgir, busca irte del país a uno primer mundista donde te aprecien por tus talentos.

Venezuela es un basurero condenado a la mediocridad.