La proliferación de herramientas tecnológicas definitivamente ha desvencijado aún mas el pobre y deficiente nivel intelectual del latinoamericano, en especial, del mis consortes venezolanos.
A comienzos de año, fueron varios los hechos los hechos fortuitos y lamentables que rodearon la vida de gente que conozco; dicho de otra forma, la pelona (término con el que se denomina a 'La Muerte' en Venezuela) se soltó agresivamente... y se llevó inclusive a una persona que si bien no eran de mi circulo mas personal, al fin y al cabo era eso... un allegado. Y chimbo pues.
Lo que motiva estas breves lineas, no son siquiera las circunstancias que rodearon la muerte de este joven (de manera trágica y sobre todo IMPRUDENTE, vale decir), sino la imagen que se plasmó en mi retina y posteriormente en el lado de mi cerebro que almacena los recuerdos: en su funeral, y mientras le rendían un sentido e intimo tributo, varios orates, estaban grabando la improvisada ceremonia con sus... si... con esos mismos, mis queridisimos y funcionales Blackberrys. Quienes me conozcan o quienes hayan hurgado someramente en este sitio web, sabrán cual es mi opinión sobre estos aparatos y sobre todo, sobre sus usuarios.
Antecedentes sobre esta práctica, por supuesto que es factible encontrarlos con un poco de invesitigación, y es que anteriormente, sobre todo en comunidades europeas y centroamericanas que datan del siglo XIX e inicios del siglo XX, era una costumbre muy ferrea y arraigada en el imaginario colectivo, tomarle fotografías (en aquel entonces, daguerrotipos) a los difuntos. Inclusive, esta costumbre se inició con practicas hoy en día consideradas en total desuso, que iban desde fotografiar los cadaveres en poses que simularan la realización de una actividad, hasta colocarlos en un contexto donde los demas familiares también aparecieran retratados con el finado. La película "The Others" es un fiel ejemplo de toda esa paja de la que acabo de hablar.
Damas y caballeros, era el siglo XIX, y estas costumbres podían justificarse en lo dificil que era para ese entonces obtener una fotografía (por los largos periodos de exposición al lente de una cámara que era necesario, por lo que los muertos fungían como especie de modelos perfectos, además de lo dificil que era conservar un recuerdo de ese ser querido por la evidente carencia de tecnología para ese entonces), pero hoy retrotraer esas prácticas bajo el simple pretexto de inmortalizar un recuerdo, no es sino un síntoma más de absoluta y aberrante ignorancia y morbosidad.
Yo me pregunto, y cualquier persona con cuatro dedos de frente también lo hará: ¿querré yo rememorar mediante una imagen o peor aún, un VIDEO, ese momento en el que estaba siendo enterrado alguno de mis seres queridos? La estupidéz del ser humano, y sobre todo de quienes son víctimas confesas de ese mal llamado 'tercermundismo' va en subida exponencial e infrenable.
Ya no será extraño, en un futuro no muy lejano, encontrar facebook, hi5, tumblr y cualquier otra red social, infestada de fotografías como estas...